
CONTENEDOR CONECTADO
El reto impulsaba a los jóvenes participantes a innovar en el diseño de un contenedor que conectase a los ciudadanos con el proceso del reciclaje. Y, de esta forma, cambiar el estigma social asociado a los residuos y a la clasificación de los mismos en los diferentes contenedores.
Por ello, los participantes de esta edición propusieron la creación de un módulo externo que estuviese conectado a los contenedores, tanto de envases de plástico, latas y briks (amarillos) como de papel-cartón (azules) y resto, y los mantuviese bloqueados, de forma que solo se abriesen cuando recibiesen la orden del ciudadano a través de dicho módulo.