Las Islas Canarias cuentan con su propia estrategia de economía circular para el período de aplicación 2021- 2030. Este podría ser un enunciado muy común ya que son diversas las regiones españolas, y otras muchas en Europa las que han diseñado una estrategia similar. Sin embargo, en el caso de Canarias, esta intención del gobierno se ha inserido cuidadosamente en un contexto legislativo y planificador que expresa una voluntad altamente transformadora.

El documento de la estrategia circular de canarias es en sí muy completo y cuenta con una gran densidad de contenidos. Se articula en torno a 12 objetivos generales que se deberán desplegar a través de  una combinación de políticas de fomento de la competitividad, ambientales, de empleo y sociales, junto con instrumentos normativos, financieros y de formación.

Los ejes estratégicos que marcarán las líneas de actuación son 5: producción y consumo circular; gestión de residuos y ciclo integral del agua; materias primas secundarias; I+D+i, y gobernanza, formación y divulgación.

La estrategia también incluye un análisis DAFO sobre la circularidad en las islas del que emergen una larga lista de propuestas. Destaca la importancia otorgada a la autosuficiencia, un concepto que siempre aparece de la mano de la condición insular. Las ideas clave en este punto son: disminuir la dependencia del exterior; conseguir la independencia energética a través de las renovables, promover el cierre de ciclos de materiales y dar oportunidades a la industria isleña para que pueda satisfacer las necesidades del mercado local.

Estrategia circular  de canarias: economía azul

Esta estrategia fue aprobada el año pasado al mismo tiempo que la Estrategia Canaria de Economía Azul. Ambas muestran la voluntad y determinación del Gobierno de Canarias por un desarrollo más inteligente, sostenible e integrador de la economía de la comunidad en una visión altamente complementaria. La apuesta por la economía azul pretende  aprovechar al máximo el potencial y las oportunidades que ofrecen el océano y la costa, elementos clave ligados a la insularidad. Esta estrategia será liderada por la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo.

En cambio la estrategia circular se sitúa bajo la dirección de la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, en colaboración con la Consejería de Economía, Conocimiento y Empleo, y  tiene como finalidad la transición en Canarias hacia un modelo productivo distinto del actual. La estrategia no está cerrada y podrá ser complementada y desarrollada por otras estrategias insulares o municipales, si las corporaciones locales así lo considerasen dentro de su ámbito competencial.

Otro complemento esencial  es la futura Ley  de Economía Circular, de la que se espera que sirva para darle un impulso definitivo a la estrategia, también en este caso en coordinación con Ley de Cambio Climático y Transición Energética y la Ley de Biodiversidad y de los Recursos Naturales, que serán aprobadas con toda probabilidad en 2022.

No hay que olvidar en este gran marco general de la Estrategia de Especialización Inteligente específica de Canarias y la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible 2030.

Región ultraperiférica

Desde el punto de vista institucional y jurídico, Canarias  se enmarca en su condición de Región Ultraperiférica (RUP) y atendiendo a las especificidades de su particular Régimen Económico y Fiscal (REF). Estos  aspectos también forman parte de los retos a los que debe responder la implantación de la economía circular en las islas.

El marco temporal de la Estrategia Canaria de Economía Circular acaba en el horizonte 2030. Pero la materialización de la estrategia se realizará a partir de planes de trabajo a medio plazo donde se llevarán a cabo distintas actividades y proyectos.

El primero de ellos ya está en marcha y terminará su implementación en 2023. Será entonces momento de hacer balance de una estrategia ambiciosa y que exhibe una elevada coherencia con una visión política, social y económica del futuro de las islas.