El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD), a través de la Subdirección General de Economía Circular (SGEC) busca potenciar y fomentar el intercambio de buenas prácticas en el sector con el objetivo de crear sinergias que favorezcan la transición hacia ese nuevo modelo económico-productivo.
Es por ello que ha creado el I Catálogo de Buenas Prácticas en Economía Circular, con la intención de recopilar las distintas acciones y proyectos puestos en marcha por empresas españolas comprometidas con un futuro más sostenible y responsable con nuestro entorno. Este es el caso de Ecoembes, la organización medioambiental sin ánimo de lucro que coordina el reciclaje de envases en España, que ha logrado que dos de sus proyectos pioneros, TheCircularLab y RECICLOS, estén entre los seleccionados.
Con el fin de realizar una buena selección acorde a las diferentes líneas de actuación determinadas desde el marco europeo y, especialmente, atendiendo a los ejes de actuación definidos en la “España circular 2030”, desde la Subdirección General de Economía Circular se definieron cuatro principales ámbitos de acción en la contribución a la economía circular, que son los siguientes: diseño y producción, consumo, uso y negocio, gestión de residuos, y buenas prácticas centradas en políticas educativas, sociales e I+D+i.
TheCircularLab, el centro de innovación abierta en materia de economía circular de Ecoembes, ha sido seleccionado por su contribución a tres de los cuatro ámbitos de acción, pues contribuye al diseño y fabricación de productos y bienes sostenibles a través de su línea de innovación en ecodiseño, propone y desarrolla medidas para la mejora de la eficiencia en la recogida y separación de residuos, a través de su proyecto SmartWaste y contribuye a la sensibilización, formación y divulgación del reciclaje a través de proyectos que permiten impulsar el compromiso ciudadano.
Por su parte, RECICLOS, el proyecto que recompensa el compromiso ciudadano con el reciclaje ofreciéndole incentivos sostenibles o sociales a través de una webapp que incorpora tecnología basada en blockchain, inteligencia artificial y reconocimiento de imágenes, ha sido seleccionado por su contribución a la mejora de la recogida y separación de residuos, impulsando al ciudadano a que deposite los residuos de latas y botellas de plástico de bebidas en el contenedor amarillo tanto en los contenedores amarillos -a los que se incorpora tecnología- como en máquinas de reciclaje ubicadas en centros comerciales, de ocio y de transporte.
Para la selección de dichos proyectos, se ha realizado un estudio previo acerca de los criterios mínimos de circularidad que permiten distinguir una actuación como buena práctica. Entre los principios seleccionados se encuentra el pensamiento sistémico y holístico, el principio de responsabilidad, de repensar y regenerar, innovar y virtualizar, optimizar, así como de “cerrar el círculo”, compartir y colaborar o comunicar y promover la transparencia.
Además de cumplir con dichos principios, las iniciativas y proyectos publicados en el catálogo han debido demostrar otras aptitudes imprescindibles para contribuir a la economía circular como pueden ser la disposición de un grado de innovación elevado, la posibilidad de ser adaptados y transferidos a diferentes ámbitos, un nivel de aplicabilidad real y escalable o la capacidad de sostenerse en el tiempo, entre otras.