¿Es la circularidad tan compleja como a veces se dibuja desde determinados sectores? A esta pregunta recurrente cabe contestar con otra pregunta: ¿es que algún proceso de transformación profunda fue alguna vez sencillo? El marco mental adecuado para abordar la circularidad no se mueve en el eje complejidad/simplicidad, sino en el de pensamiento/acción. El gran desafío es cómo pasar de la teoría ampliamente divulgada y conocida a su implementación. 

Por esa razón es de agradecer la existencia de la guía para empresas Economía circular de la estrategia a la acción publicada por la joven asociación empresarial Women Action Sustainability, que pone todo el énfasis en un enfoque proactivo hacia la circularidad y que va mucho más allá de reducir los residuos. 

Qué es la circularidad y cuándo supimos que hacía falta

La circularidad representa un enfoque económico innovador que se esfuerza por minimizar el agotamiento de recursos y la acumulación de desechos. En lugar de adherirse al paradigma lineal convencional de “producir-usar-desechar”, la circularidad propone un sistema dinámico en el cual los materiales se mantienen en un ciclo continuo de utilidad. Esto se logra mediante prácticas como la reutilización, la reparación, el reciclaje y la revalorización, que prolongan la vida útil de los productos y reducen su impacto ambiental. Este enfoque promueve una gestión más eficiente de los recursos y fomenta la innovación en el diseño de productos y procesos industriales.

La necesidad de adoptar la circularidad como modelo económico surge de varios factores que han intensificado su urgencia en las últimas décadas. Entre estos factores se incluye el aumento de la población y la demanda de recursos, la acumulación de residuos, la escasez de recursos naturales finitos, el cambio climático y una creciente preocupación por la sostenibilidad. Estos desafíos han generado problemas ambientales graves, como el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad. La circularidad se presenta como una solución integral que busca reducir la dependencia de recursos no renovables, mitigar los efectos del cambio climático y promover un futuro más sostenible y equitativo para todos.

Tras poner en contexto la circularidad en el ámbito español y europeo, con datos y  con un repaso de las principales iniciativas y estrategias políticas en marcha, la guía propone una hoja de ruta para la implementación de la economía circular en la empresa en ocho pasos. 

8 pasos para lograr la circularidad en el ciclo de vida de las cosas

1. Comprensión del concepto de circularidad: Hace falta, sin duda, porque todavía se detecta cierta confusión de significados que nunca está de más aclarar. Y hay que reconocer que la guía lo hace con un afán didáctico, ligando la definición clásica que contrapone economía circular y lineal a elementos muy concretos como la descarbonización, la emergencia climática y  los Objetivos de Desarrollo Sostenible.  Sin duda un acierto, ya que “mata” de entrada el principal peligro en este tipo de divulgación: una abstracción excesiva que a veces acaba en el desinterés. 
2. Identificación de materiales y recursos circulares: El segundo paso explica la identificación y medición de aquellos materiales y recursos, con sus flujos de entrada y de salida sobre los que la empresa tenga control y/o información. 
3. Definición de prioridades: El tercero se centra en la definición de prioridades para actuar. Para ello propone la herramienta de la colina de valor que permite identificar modelos de negocio circulares y la puesta en marcha de estrategias futuras en este ámbito que incluyan elementos clave, como el uso óptimo de recursos o la recuperación del valor. Este es un paso con una gran densidad de contenido. La guía facilita su comprensión con tablas y gráficos ad hoc. 
4. Herramientas de medición: El cuarto paso sirve para definir el marco y las herramientas de medición de la circularidad (la guía ofrece información sobre algunas de ellas). 
5. Indicadores de circularidad: El quinto, estrechamente vinculado con el anterior, tiene como finalidad establecer unos indicadores de la circularidad. Tiene una fuerte relación con el tercer paso ya que, según sean las prioridades, tendrán preferencia unos indicadores u otros. 
6. Búsqueda de financiación: El sexto paso es crítico. Para darlo se tiene que haber acumulado conocimiento suficiente para lanzar proyectos y líneas de negocio circulares. No solo habrá que tener el modelo de negocio preparado conceptualmente, también se deberá buscar la financiación y, en su caso, las alianzas adecuadas. La guía ayuda de nuevo al lector, ahora remitiendo a otras instancias donde se puede encontrar información específica sobre la financiación. 
7. Divulgación: El séptimo paso consiste en la comunicación del nivel de integración de circularidad a grupos de interés. El objetivo de esta acción es establecer una estrategia de economía circular a largo plazo buscando alianzas estratégicas. Aquí es muy relevante tener en cuenta qué grupos de interés están asociados con la cadena de valor circular de la empresa. 
8. Mostrar compromiso con la circularidad: Finalmente, el octavo paso corresponde a la dirección de la empresa. Esta debe mostrar públicamente su compromiso con la circularidad, con una revisión de los objetivos de la compañía, acompañado de acciones de mejora y con la promoción del cambio cultural en todos los niveles de la organización. 

Talentos femeninos lideran la revolución hacia la sostenibilidad

La asociación que ha publicado Economía circular de la estrategia a la acción, Women Action Sustainability (WAS), nació en junio de 2020, en plena pandemia. Su objetivo es muy claro: elevar el nivel de sostenibilidad de las compañías españolas, contando para ello con el talento femenino.  

Desde WAS consideran que sólo se alcanzará una sociedad que trabaje para el bienestar de las personas si se integran los objetivos medioambientales y los sociales. De hecho los principios de WAS han sido recogidos en el  Manifiesto WAS ACTION . 

En agosto de 2020 se creó el Comité Técnico de Economía Circular de WAS, formado por 14 mujeres profesionales de diversos campos de conocimiento y actividad. WAS dirige su mensaje a pequeñas, medianas y grandes empresas que tengan en común su apuesta por la circularidad y la descarbonización, aprovechando las oportunidades de financiación y de colaboración que ofrece el momento actual. 

3 empresas españolas que han aplicado la circularidad con éxito

Ecoalf lidera la industria textil sostenible con su innovadora propuesta de diseño, producción y venta de ropa y accesorios fabricados con materiales reciclados, como botellas de plástico y redes de pesca. Su programa de “Upcycling” permite a los clientes otorgar una segunda vida a prendas usadas, fomentando así la economía circular. Por otro lado, Infinite Athletic, una empresa catalana, desafía los estándares del retail deportivo al fabricar ropa deportiva utilizando materiales reciclados, como las cuerdas de raquetas de tenis. Su enfoque en la calidad y sostenibilidad está cambiando el panorama de la moda deportiva. Otro ejemplo es Sorbos, que presenta una alternativa sostenible a los vasos desechables con su vaso reutilizable y compostable hecho de café molido, mientras que Sheedo fabrica gafas de sol utilizando materiales reciclados y ofrece un programa de “Take Back” para reciclar gafas viejas, cerrando el ciclo de vida de sus productos de manera responsable.

El Rol de las Instituciones en la Circularidad en España

Las instituciones públicas, organizaciones internacionales y otros actores desempeñan un papel crucial en la promoción y regulación de la circularidad en España. Los gobiernos establecen estrategias nacionales y leyes ambientales para fomentar la producción sostenible y sensibilizar a la sociedad sobre sus beneficios. A nivel internacional, la Unión Europea lidera iniciativas como el Plan de Acción para la Economía Circular, facilitando la colaboración y el intercambio de buenas prácticas.

Además, estas instituciones trabajan en la creación de incentivos y políticas para estimular la inversión en proyectos circulares. Los gobiernos implementan incentivos fiscales y programas de apoyo financiero, mientras que las organizaciones internacionales facilitan el acceso a financiación internacional y promueven la transferencia de tecnología. En el ámbito nacional, la Estrategia Española de Economía Circular y la Ley de Residuos y Suelos Contaminados son ejemplos de políticas que establecen un marco para la transición hacia una economía más circular. Además, el Fondo de Economía Circular financia proyectos empresariales y de investigación para impulsar la innovación en este campo.

Tecnología al servicio de la circularidad

En la ruta hacia un mañana más eco-responsable, la economía circular emerge como una alternativa al tradicional esquema lineal de producción y descarte. Dentro de este panorama, los avances tecnológicos desempeñan un rol crucial para optimizar procesos, mitigar el impacto ambiental y abrir nuevas vías de negocio.

1. Fabricación aditiva: Personalización y minimización de residuos

La impresión 3D transforma la manera en que se conceptualizan y elaboran productos, posibilitando la creación de elementos personalizados a partir de materiales reutilizados o biodegradables. Este enfoque reduce drásticamente la generación de desechos y el consumo de materias primas.

2. Inteligencia computacional para una gestión de Rresiduos eficaz

La inteligencia artificial (IA) se emplea en la administración de desechos para optimizar la recolección, clasificación y reutilización de materiales. Sistemas de IA identifican y clasifican diversos tipos de residuos con precisión, automatizando procesos y mejorando la eficiencia en centros de reciclaje.

3. Digitalización para transparencia y rastreabilidad

La digitalización de cadenas de suministro facilita una mayor transparencia y seguimiento de los materiales. Plataformas digitales permiten monitorear el flujo de materiales desde su origen hasta su destino final, identificando oportunidades para su reutilización y reciclaje.

4. Cadena de bloques: Verificación y economía Circular

La tecnología blockchain al servicio del medio ambiente proporciona un registro seguro e inmutable de la propiedad y el historial de productos. Esto posibilita la creación de certificados de autenticidad para productos circulares, garantizando su origen y valor, y fortaleciendo la confianza entre consumidores y empresas.

5. Internet de las Cosas (IoT) para supervisión y optimización

Dispositivos IoT conectan objetos físicos a internet, permitiendo la supervisión en tiempo real de parámetros como consumo de energía, temperatura o humedad. Estos datos se utilizan para optimizar procesos, reducir desperdicios y mejorar la eficiencia en producción y uso de recursos.

Educación y sensibilización como motores de la circularidad

La educación y la sensibilización pública, como la que realiza Ecoembes en España,  juegan un papel fundamental en la promoción de la circularidad, ya que son pilares clave para fomentar un cambio de mentalidad hacia prácticas más sostenibles. A través de programas educativos en escuelas, universidades y comunidades, se puede transmitir conocimiento sobre los principios de la economía circular, sus beneficios ambientales y socioeconómicos, así como las acciones individuales y colectivas que pueden llevarse a cabo para promoverla.

Además, la sensibilización pública a través de campañas de concienciación, eventos y medios de comunicación puede contribuir significativamente a aumentar la comprensión y la adopción de prácticas circulares en la sociedad. Al promover la importancia de reducir, reutilizar y reciclar los recursos, se puede generar un mayor compromiso ciudadano con la economía circular, impulsando así la transición hacia un modelo de consumo más responsable y sostenible.