Minería sostenible: qué es, ejemplos y su relación con el desarrollo sostenible

30/09/2025

Seguramente, cuando piensas en la palabra «minería», la imagen que te viene a la cabeza no es precisamente verde o sostenible. Lo entiendo. Durante décadas, ha sido una industria con una reputación complicada.

Pero, ¿y si te dijera que esa percepción está empezando a cambiar radicalmente? ¿Y si la clave para un futuro más verde, lleno de coches eléctricos y energías renovables, estuviera, paradójicamente, bajo tierra? Quédate conmigo y descubre cómo la minería sostenible no solo es posible, sino que es una pieza indispensable en el puzle del desarrollo sostenible.

¿Puede la minería ser sostenible? Conceptos clave

¡La respuesta corta es un rotundo sí! Pero, claro, con matices. La pregunta del millón es: ¿la minería puede ser sostenible? Para que lo sea, debe dejar de ser una actividad puramente extractiva para convertirse en un proceso que equilibra tres pilares fundamentales: la viabilidad económica, la integridad ambiental y la equidad social. No se trata de no tocar los recursos, sino de gestionarlos con una visión de futuro, minimizando el impacto negativo y maximizando el positivo. Una auténtica revolución en la forma de entender esta industria.

Para entender qué es la minería sostenible, debemos pensar en un ciclo completo. Implica planificar las operaciones desde el inicio pensando en el cierre de la mina, rehabilitando los terrenos para devolverlos al ecosistema. Significa usar el agua y la energía de forma ultraeficiente, gestionar los residuos de manera innovadora y, sobre todo, trabajar codo con codo con las comunidades locales para que también se beneficien del proyecto.

En definitiva, la minería sostenible es aquella que responde a las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas.

Desarrollo sostenible en la minería: retos y oportunidades

Por supuesto, el camino no es un paseo por el campo. El desarrollo sostenible en la minería se enfrenta a retos gigantescos. El consumo de energía y agua es elevadísimo, la generación de residuos como las escombreras y los lodos es un desafío medioambiental de primer orden, y el impacto social en las comunidades cercanas puede ser profundo si no se gestiona con cuidado y respeto.

La transición hacia un modelo verdaderamente responsable requiere de una inversión tecnológica y un cambio de mentalidad enormes por parte de las empresas.

Sin embargo, en cada reto se esconde una oportunidad dorada. La necesidad de reducir la huella de carbono está impulsando la adopción de energías renovables en las propias minas. Ya no es raro ver parques solares o eólicos alimentando las operaciones.

Además, se están explorando fuentes de energía innovadoras como el biometano, generado a partir de residuos orgánicos, para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. La tecnología, con la automatización y la inteligencia artificial, permite optimizar procesos, reducir el consumo de recursos y aumentar la seguridad.

Una minería sostenible bien ejecutada puede convertirse en un motor de desarrollo local, creando empleo de calidad y promoviendo infraestructuras que perduren mucho después de que la mina haya cesado su actividad.

Ejemplos de minería sostenible en el mundo

Para que veas que no hablo de una utopía, existen ya numerosos ejemplos de minería sostenible que están marcando el camino a seguir. En Chile, en pleno desierto de Atacama, algunas de las mineras de cobre más grandes del mundo operan utilizando exclusivamente agua de mar desalinizada, protegiendo así los escasos acuíferos de la región. Esto demuestra un compromiso real con la gestión hídrica, uno de los pilares de la minería sostenible.

Por otro lado, en Canadá y Australia encontramos proyectos que son un referente en la rehabilitación de terrenos y en la colaboración con las comunidades indígenas. Estas empresas no solo restauran el paisaje una vez finalizada la extracción, sino que trabajan activamente con los pueblos originarios para preservar su cultura y generar oportunidades económicas compartidas. Estos ejemplos prácticos demuestran que la minería sostenible es una realidad tangible y un modelo de negocio viable que genera un valor que va mucho más allá del puramente económico.

Minería y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)

La conexión entre la minería sostenible y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU es directa e innegable. Piénsalo: no podemos construir los paneles solares (ODS 7: Energía asequible y no contaminante) ni las baterías para los coches eléctricos (ODS 11: Ciudades y comunidades sostenibles) sin minerales como el litio, el cobalto o el cobre. Una gestión responsable de estos recursos es, por tanto, fundamental para la transición energética global. La minería sostenible es una herramienta para alcanzar las metas que nos hemos propuesto como sociedad.

Además, el sector minero tiene un potencial enorme para contribuir a muchos otros objetivos. Una buena gobernanza en el sector promueve el ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico) y el ODS 12 (Producción y consumo responsables). Para que esto sea una realidad, es fundamental integrar los principios de los objetivos de Desarrollo Sostenible y economía circular.

En definitiva, la relación entre ODS y minería es una alianza estratégica donde una industria, tradicionalmente vista como parte del problema, se convierte en una pieza clave de la solución para un futuro más próspero y equitativo para todos.