Un sencillo lápiz puede ser también un objeto que perdure por el bien del medioambiente. Dando todo un ejemplo de economía circular, la posibilidad de que un lapicero pueda convertirse en una planta hace que su materia prima regrese al ciclo natural, a la vez que podemos ayudar, por ejemplo, a reforestar una zona dañada. 

Una mina, generalmente de grafito mezclado con arcilla, y madera. Con esto dos sencillos materiales se fabrica el lápiz que hoy conocemos y que ha acompañado a la humanidad desde que lo inventó en 1794 el francés Nicolas-Jacques Conté.  

Dos siglos antes, y casi por casualidad, se habían descubierto unas minas de grafito en Cumberland, Inglaterra, y los habitantes de la región ya aprovechaban este material para dibujar (en realidad, su primer uso fue para marcar ovejas). Pero fue el inventor francés quien lo diseñó recubriendo la barra de grafito de madera, lo que le hacía más manejable y práctico.  

Nuevas vidas para los lapiceros

El lápiz ha dado muchas vueltas desde entonces, pero desde hace unos años se le ha sumado una función más que interesante para el medioambiente. Además de grafito y madera, los lapiceros ecológicos plantables incorporan semillas, de manera que cuando ya están prácticamente gastados se pueden enterrar en una maceta para hacer brotar una planta. Es una forma de no generar residuos y darle una vida útil a ese trocito de lápiz que se nos queda cuando ya está muy gastado. 

Y decimos maceta, porque todos sabemos que no es nada responsable plantar especies por el campo sin conocer si es autóctona o si puede causar algún prejuicio al ecosistema. En todo caso, si decidimos plantarlo en la tierra, deberá ser en un jardín controlado. 

Normalmente, estos lapiceros, que son 100% biodegradables y contienen semillas de plantas aromáticas, perfectas para crecer en maceta y aportarnos albahaca, perejil, tomillo, salvia… Todo a un paso de nuestra cocina.  

Dónde encontrar lapiceros que se plantan

Hoy, los lapiceros plantables son tan habituales que se encuentran con facilidad. En internet hay decenas de tiendas online que ofrecen diferentes modelos y con una amplia variedad de semillas, así como tutoriales en YouTube que explican cómo plantarlos adecuadamente. También, hay marcas especializadas en productos sostenibles y ecológicos que incorporan los lapiceros plantables, además de otras opciones también con semillas incorporadas, como bolsas de arcilla o diferentes tipos de papel.