El sector industrial es un actor clave para alcanzar el objetivo de la descarbonización. Su sostenibilidad a largo plazo depende de su adaptación e inversión para reducir la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera, por lo que políticas como el PERTE Descarbonización Industrial son fundamentales en esta estrategia de cero emisiones.
¿Qué es la descarbonización y por qué es crucial para el futuro industrial?
Empecemos por definir qué es la descarbonización. Se trata de un proceso progresivo de reducción de las emisiones de carbono a la atmósfera, sobre todo de dióxido de carbono.
El objetivo de este proceso es lograr una economía global con bajas emisiones, que consiga la neutralidad climática a través de la transición energética, es decir, de un cambio estructural que elimine el carbono de la producción de energía. Si se logran alcanzar las ‘cero emisiones netas’, se estará dando un paso gigante en la lucha contra el calentamiento global. Por tanto, para conseguir esta neutralidad de carbono es esencial la implicación de la sociedad, de los gobiernos y de las grandes empresas.
En este proceso de descarbonización, las energías limpias y renovables juegan un papel crucial y esto supone también una oportunidad para crear riqueza y generar empleo.
¿En qué consiste la descarbonización de la industria?
La descarbonización de la industria es el proceso de reducción de emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero generadas por la actividad industrial. El objetivo, en este caso, es minimizar el impacto de la industria en el cambio climático y el calentamiento global.
Sin embargo, se trata de un proceso complejo y que implica múltiples factores, aunque los expertos lo consideran esencial para avanzar hacia un futuro más sostenible.
¿En qué consiste la descarbonización de la industria? El primer paso es medir la huella de carbono de cada empresa, pero este proceso conlleva un cambio en la forma en la que se produce y se consume la energía y en la manera en la que se diseñan y utilizan los sistemas de transporte, industria y agricultura. ¿Qué implica la descarbonización industrial?
- Mejora de la eficiencia energética para reducir el consumo y sus emisiones asociadas.
- Sustitución de combustibles fósiles por fuentes de energía renovable (solar, eólica o biomasa).
- Sustituir procesos que utilizan combustibles fósiles por procesos eléctricos (electrificación), sobre todo procedentes de energías renovables.
- Uso de tecnologías para capturar y almacenar el CO2 emitido de manera segura.
- Promover la economía circular: reutilizar, reciclar y reducir residuos para minimizar la producción de nuevas materias primas y el consumo energético.
- Desarrollo y adopción de nuevas tecnologías para reducir o eliminar las emisiones.
Todo esto solo es posible con el desarrollo de políticas y normativas que fomenten la reducción de emisiones y el uso de energías renovables, a través de incentivos económicos para empresas que adopten tecnologías de descarbonización, fomentando la innovación y la formación en nuevas tecnologías, así como compartiendo conocimientos, tecnologías y recursos a nivel internacional para acelerar el proceso de descarbonización.
PERTE Descarbonización Industrial: convocatoria y oportunidades para el sector
Entre las iniciativas puestas en marcha para acelerar la descarbonización, en España se ha puesto en marcha el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de la Industria Manufacturera, lo que se conoce como PERTE Descarbonización Industrial.
Se trata de un proyecto de colaboración público-privada con medidas para impulsar proyectos que tengan por objetivo la descarbonización de la industria manufacturera. Cuenta con cuatro líneas de ayudas con una inversión total de 11.600 millones de euros.
En este PERTE Descarbonización Industrial la convocatoria está abierta para solicitar ayudas económicas que permitan invertir en descarbonización, lo que significa también la modernización de la industria manufacturera española con el fin de incrementar su competitividad. Se estima que esta iniciativa sirva para crear unos 8.000 empleos y reducir las emisiones de alrededor de 13 millones de toneladas de CO2 al año.
Beneficios de la descarbonización para el sector industrial y la economía global
Lograr el objetivo de la descarbonización puede generar importantes beneficios en el sector industrial y en la economía global. Algunas de esas ventajas son:
- La mitigación del cambio climático, pues se reducen las emisiones de gases de efecto invernadero y la huella de carbono.
- La transición energética hacia un sistema basado en energías renovables y sostenibles.
- La innovación tecnológica y el desarrollo de soluciones más limpias y eficientes.
- La mejora de la competitividad de las empresas en el mercado global, así como una mayor aceptación de los consumidores.
- La mejora de la salud pública al reducir la contaminación y mejorar la calidad del aire.
- El fomento de un desarrollo económico sostenible impulsado por la innovación en tecnologías limpias, la inversión en infraestructuras verdes y la generación de empleo.
- El cumplimiento normativo de las empresas para evitar sanciones.
Desafíos y oportunidades en la descarbonización de la industria
El proceso de descarbonización es complejo, por lo que no resulta sencillo alcanzar el objetivo de la neutralidad. ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta la industria?
- Los elevados costes de las tecnologías de descarbonización, que dificultan también la mejora de la competitividad de las empresas.
- La falta de desarrollo o de comercialización de algunas de las tecnologías necesarias para la descarbonización.
- La necesidad de una nueva infraestructura.
Además, es preciso que las políticas gubernamentales sean claras y sólidas para fomentar la inversión y la adopción de nuevas tecnologías, como es el caso de la iniciativa PERTE Descarbonización Industrial.
Asimismo, es fundamental la implicación, la adaptación y la aceptación de las empresas y de la sociedad a los cambios necesarios para alcanzar la descarbonización.