Combatir el gran problema de la contaminación atmosférica

07/01/2024

El aumento de población en nuestro planeta, el desarrollo de las ciudades e industrias y la normalización del uso de vehículos de motor térmico hacen que los contaminantes atmosféricos sean un problema global que afecta a la salud de la población y el equilibrio de los ecosistemas naturales.

Sobre la mesa tenemos un nuevo reto en el que el compromiso de los gobiernos ocupa un papel fundamental.

Contaminación atmosférica

Consideraremos contaminantes a todas aquellas sustancias que al introducirse en la atmósfera pueden tener un efecto perjudicial en la salud de las personas o en el medioambiente.

Las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera han existido siempre. Multitud de procesos naturales van acompañados de emisiones de gases, vapores, polvos y aerosoles que son dañinos para el medioambiente, como las erupciones volcánicas, la actividad biológica de microorganismos, los huracanes, tornados, incendios naturales…

Pero las que en la actualidad presentan una amenaza para nuestro bienestar son las denominadas fuentes antropogénicas, que tienen su origen, principalmente, en focos industriales y domésticos (instalaciones de calefacción) y en el transporte.

La suma de todas ellas tiene como consecuencia el efecto invernadero, la lluvia ácida y la acidificación de los medios naturales, el smog fotoquímico y la destrucción de la capa de ozono.

Contaminantes primarios

Los contaminantes primarios son aquellos que llegan a la atmósfera de forma directa, a través de chimeneas, de la quema de combustibles, como consecuencia de procesos industriales. Los principales contaminantes primarios que encontramos son:

A estos se suman otras sustancias que también son perjudiciales como los hidrocarburos (HC), el anhídrido carbónico (CO2), los halógenos y sus derivados y sustancias radiactivas.

Contaminantes Secundarios

Los contaminantes secundarios son aquellos que surgen a consecuencia de las reacciones físicas y químicas que experimentan los contaminantes primarios en la atmósfera.

Uno de los contaminantes secundarios más conocido es la lluvia ácida, que se da cuando se forma cuando el dióxido de azufre o los óxidos de nitrógeno reaccionan con el agua.

La consecuencia de este proceso es que los suelos y el agua sufren un proceso de acidificación, que conlleva daños graves en especies acuáticas o terrestres que se nutren de esas aguas, y también para especies vegetales.

La lluvia ácida acidifica la tierra, y esto genera estrés y deficiencia de nutrientes en la vegetación, que se vuelve más vulnerable a enfermedades y plagas. Esto impacta también en las especies animales. En las zonas urbanizadas la lluvia ácida contribuye al denominado “mal de la piedra”, que alude a la erosión superficial de las edificaciones.

Otro gran contaminante secundario es el ozono troposférico u “ozono malo”, que se forma cuando los hidrocarburos (HC) y los óxidos de nitrógeno (NOx) se combinan en presencia de luz solar y puede provocar problemas respiratorios, irritación ocular y ralentizar el proceso de fotosíntesis de las plantas al reducir su capacidad de absorción de CO2.

El ozono troposférico es uno de los principales componentes del smog (junto con NOx, peróxido de hidrógeno, partículas de ácido nítrico y sulfúrico…), una niebla fotoquímica responsable de la boina de contaminación que podemos ver en ciudades con altos índices de contaminación.

Con el firme objetivo de proteger la salud y el medio ambiente ya empezamos a vislumbrar las primeras iniciativas a nivel internacional, europeo y nacional que auguran cambios relevantes en el medio plazo y el inicio de la reversión del proceso de contaminación atmosférica.

Principales causas de la contaminación atmosférica

La contaminación atmosférica tiene un origen multifactorial. Aunque existen fuentes naturales, hoy son las actividades humanas las que generan la mayor parte de emisiones que deterioran la calidad del aire. Estas son las principales causas de la contaminación atmosférica:

1. Transporte y movilidad urbana

El uso intensivo de vehículos de combustión es responsable de una parte importante de los contaminantes primarios como NOx, CO y material particulado. Uno de los motivos por los que las ciudades presentan mayores niveles de contaminación es la alta densidad de tráfico, que suele generar mayores niveles de smog y boinas de contaminación.

2. Actividad industrial

Procesos como la quema de combustibles fósiles, la producción de energía o la fabricación de materiales liberan grandes cantidades de SO₂, CO₂ y partículas finas. Las industrias siguen siendo uno de los focos antropogénicos más relevantes.

3. Uso doméstico de energía

Las calefacciones que utilizan combustibles fósiles continúan emitiendo sustancias contaminantes, especialmente en invierno. El consumo energético en el hogar contribuye de forma significativa al total de emisiones urbanas.

4. Agricultura y ganadería intensiva

La liberación de amoniaco (NH₃), metano (CH₄) y óxidos de nitrógeno derivados de fertilizantes y digestión animal tiene un papel importante en la generación de contaminantes secundarios como el ozono troposférico.

5. Gestión inadecuada de residuos

Reciclaje y contaminación están estrechamente relacionados. La quema de residuos, incluidos plásticos, produce partículas, hidrocarburos y gases tóxicos que acaban en la atmósfera.

6. Fenómenos naturales

Aunque no son la principal causa actual, procesos como erupciones volcánicas, incendios forestales o tormentas de polvo también liberan compuestos contaminantes.

Consecuencias de la contaminación atmosférica para el medio ambiente

La contaminación atmosférica afecta de forma directa tanto a la salud humana como al equilibrio de los ecosistemas. Las principales consecuencias de la contaminación atmosférica incluyen:

1. Impacto en la salud pública

La exposición prolongada a contaminantes como NO₂, SO₂, material particulado (PM2.5 y PM10) u ozono puede causar:

2. Daños en la biodiversidad y ecosistemas

La lluvia ácida provoca acidificación de suelos y masas de agua, dañando flora y fauna. El ozono troposférico perjudica la fotosíntesis y reduce el crecimiento vegetal.

3. Degradación de infraestructuras

Las partículas en suspensión y la lluvia ácida aceleran la erosión de monumentos, edificios históricos y estructuras urbanas.

4. Contribución al cambio climático

El CO₂, el metano y otros gases de efecto invernadero intensifican el calentamiento global, lo que desencadena fenómenos meteorológicos extremos, pérdida de hielo polar y aumento del nivel del mar.

5. Afectación a la calidad de vida

La mala calidad del aire reduce la visibilidad, limita actividades al aire libre, incrementa gastos sanitarios y disminuye el bienestar general.

¿Cómo podemos combatir la contaminación atmosférica?

Enfrentar la contaminación atmosférica requiere coordinación entre gobiernos, empresas y ciudadanía. Entre las principales soluciones para la contaminación atmosférica destacan:

1. Impulsar la movilidad sostenible

2. Transición hacia energías renovables

La sustitución de combustibles fósiles por energía eólica, solar o biomasa reduce drásticamente la emisión de gases contaminantes.

3. Eficiencia energética en hogares e industrias

4. Gestión responsable de residuos

5. Regulación y políticas ambientales

La adopción de normativas más estrictas sobre calidad del aire, incentivos a energías limpias y control de emisiones industriales es clave para avanzar hacia ciudades más saludables.

6. Concienciación y educación ambiental

Promover hábitos responsables, uso eficiente de recursos y participación ciudadana es fundamental para impulsar cambios sostenibles a largo plazo.